domingo, 10 de marzo de 2013

PAPI, POR FAVOR LEE QUE TE INTERESA




¿BULLYING O MATONEO ESCOLAR?… ¡NUNCA!
El Icbf inició una campaña para erradicar el matoneo en los colegios colombianos, más conocido como “bullying”. El instituto se compromete a brindar atención a las familias de los niños afectados por este tipo de acoso escolar. De igual forma, los niños, jóvenes y docentes que deseen denunciar su caso lo pueden hacer en la líneas gratuitas 018000918080 y 018000112440.
“Necesitamos que sobretodo profesores y coordinadores de disciplina nos ayuden a entender que este fenómeno debe ser conocido, abordado en una primera instancia por ellos para buscar formación y conciliación entre los muchachos”, dijo el director del Icbf, Diego Molano.
Según Molano, es importante denunciar para que se puedan reestablecer los derechos de los niños, especialmente en el caso de aquellos que han sido agredidos. Sin embargo, resaltó que también se debe estar pendiente de los jóvenes agresores para saber de dónde proviene esa actitud violenta.
El director del Icbf también hizo un llamado a los padres de familia para que pongan atención si sus hijos tienen cambios en el comportamiento y si evitar ir al colegio para evitar que sean víctimas del matoneo en silencio.
¿QUÉ ES EL MATONEO?
Se refiere a una conducta agresiva, deliberada y repetitiva que provoca molestia al otro. Se caracteriza por ser sistemática y porque generalmente es protagonizada por uno o más estudiantes en contra de otro en particular, por lo común, más débil y vulnerable.
Las agresiones van desde la simple burla hasta el sometimiento moral y extorsivo, que obliga a la víctima a satisfacer los caprichos del agresor. Los mensajes de texto o mails con contenido agresivo también hacen parte de esta modalidad de violación de derechos de los niños.
Enviar mensajes de texto por internet o por cualquier medio electrónico, con contenidos que lesionen la integridad de los niños o adolescentes, hacer llamadas insultantes, chistes de mal gusto que fomenten la discriminación, pedir dinero por cualquier clase de extorsión, usar apodos crueles, humillantes y degradantes, intimidar a través de los retos entre pandillas y maltrato físico con golpes, patadas o empujones son algunas manifestaciones del matoneo.

Las medidas se adoptan después que el pasado 16 de abril un menor de 12 años del colegio Los Gómez, de Itagüí (Antioquia) fue golpeado por sus compañeros de clase, lo que le habría ocasionado la muerte, versión que están confirmando las autoridades.



CARTA DE UN ALUMNO A SU MAESTRO
Maestro Escúchame
Querido Profesor:
He querido hablar contigo como pocas veces lo he hecho. Tú no conoces nada de mí, de pronto soy para ti el alumno anónimo, el mono del tercer puesto, el gordito de atrás, el que tanto habla o te saca de casillas. Tengo 9, 10, 12, 13, 15 o 17 años y estoy en la etapa en la cual te necesito mucho porque eres mi figura de identificación más importante; eres el remplazo de mis padres durante varias horas del día.
Por favor, nunca me menosprecies, ni me pongas en ridículo ante mis compañeros; no permitas que ellos me pongan apodos, porque sufro mucho. Si no entiendo algo, no te disgustes. Te sabré agradecer, si bajando al nivel de mis capacidades, logras hacerme entender el tema tratado.
Si tú me escuchas y me respetas yo aprenderé a escuchar y a respetar.
Las calificaciones son para mí algo muy serio; con ellas mides cuánto he aprendido; recapacita antes de ponerme malas notas. Asígname responsabilidades y enséñame a cumplirlas. Confía en mí.
Si soy indisciplinado no me bajes las notas; dame algún trabajo extra para mantenerme ocupado.
Muchas veces estudio la lección y en el momento en que me preguntas se me olvida todo. Invítame con calma a que recuerde.
Enséñame a pensar por mí mismo, a ser responsable de mis actos, a decir la verdad y para esto dialoga conmigo.
Si confieso una falta no me sanciones, pues la próxima vez no te contaré nada.
Recuerda que mis padres viven muy ocupados y que en ocasiones no me atienden, no me brindan afecto. Tú, mi maestro, eres mi mejor ayuda y el forjador de mi personalidad.
Bríndame un poco de comprensión y de cariño. Es posible que para ti pasen inadvertidos los cientos de alumnos que has tenido; para mí tú eres sólo uno y eres inconfundible. Para ti, de pronto soy un alumno más, perdido entre los otros.
Para mí, tú eres mi querido maestro. Siempre estaré agradecido por tus servicios, tus esfuerzos y tu labor en mi beneficio.
Ten paciencia, mucha paciencia.
Respetuosamente, tu alumno que te admira.
(Tomado de maestr@s.com)



DIEZ PREGUNTAS BÁSICAS ACERCA DEL ENOJO
Dr. Norberto Levy
1 – ¿Por qué nos enojamos?
Nos enojamos cuando algo nos frustra: desde algo tan pequeño como un atascamiento de tránsito hasta una amenaza a mi integridad física o a mi honor. Los motivos son variadísimos y los grados de intensidad también, pero todos tienen un elemento común: debajo de cada enojo hay una frustración.
2 – ¿Cumple alguna función el enojo?
Veamos un ejemplo: Un amigo me prometió que me devolvería un libro y cuando llega me dice que se olvidó. Mi deseo de recuperar el libro se frustra y ese deseo frustrado se convierte en enojo. La función esencial del enojo es darme más energía para enfrentar el obstáculo que produce mi frustración. El tema fundamental aquí es si yo he aprendido a canalizar adecuadamente esa fuerza, o no. Ese aprendizaje es una de las tareas más significativas que los seres humanos necesitamos realizar.
3 – ¿De dónde surge la idea de que enojarse es algo malo?
Surge de todo lo que en general hacemos cuando no sabemos encauzar la energía del enojo. Me gusta citar una frase de Marco Aurelio, que en el siglo II dijo: "¡Cuánto más penosas son las consecuencias del enojo…que las causas que lo produjeron!". Es muy hermosa y sintetiza muy bien lo que es la inadecuada utilización de esa energía. Por esta razón es fundamental que distingamos dos tipos de enojo: el enojo que destruye y el enojo que resuelve. La idea que tenemos del enojo como algo malo es a partir del enojo que destruye, que es, lamentablemente, la manera más frecuente que tenemos de enojarnos. Pero por eso mismo es bueno saber que esa no es la única forma del enojo.
4 – ¿En qué se diferencia una forma de la otra?
Volvamos al ejemplo del libro que mi amigo no trajo. El enojo que siento puedo encauzarlo en dos grandes direcciones. Puedo decirle: “¡Eres un egoísta, siempre el mismo irresponsable!, ¡Eres un falso! En ti no se puede confiar.” En ese caso he utilizado mi enojo para herir, castigar y hacer sufrir a mi amigo por lo que hizo. Cuando hago eso, no es por maldad. Es porque creo que sentir y expresar enojo es así: insultar, castigar y hacer sufrir. Cuando reacciono de ese modo, el otro, en este caso mi amigo que se siente herido por lo que le dije, responde, generalmente con otro agravio: “¡Y tú siempre el mismo autoritario, crees que todos somos tus esclavos, eres un déspota!” También me recuerda otras situaciones en las que yo lo herí y me dice: “Tu eres el egoísta irresponsable y manipulador. Sos un hipócrita!” Y así seguimos, de insulto en insulto. La intensidad continúa creciendo, cada vez nos herimos más, y al rato estamos los dos lastimados y resentidos. Ninguno quiere saber más nada con el otro, y el libro no lo recuperé. 
Este es un ejemplo del típico enojo que destruye. Es muy común oír después de una gran pelea en la que todos han quedado muy heridos: ¿Por qué era que empezó esta discusión?
5 -  ¿Cómo es el enojo que resuelve?
Allí dirijo ese plus de energía sobre el obstáculo que me frustra. En este mismo ejemplo le puedo decir a mi amigo, con toda la intensidad con la que lo sienta: “¡Estoy muy frustrado y enojado. Vos prometiste que me ibas a traer el libro y yo contaba con él. Lo necesito. Vamos a ver cómo me lo podés acercar. O llamás a alguien para que lo traiga o llamamos a una mensajería. Fíjate qué se te ocurre!” Y ahí me quedo esperando y demandando una respuesta. Cuando concentro mi energía en esa dirección el enojo cumple su propósito esencial: darme más energía para tratar de resolver el obstáculo que me frustra.
Este tipo de enojo se apoya en dos pilares: expresar lo que siento ante lo que sucedió y demandar la respuesta que me "des-enojaría".
Expresar la frustración y el enojo que me produce la situación es necesario para mí, para desahogar lo que me pasa y es necesario para el otro, para que pueda saber lo que me ocurre a mí ante lo que hizo, porque ese es además uno de los motores que lo ayudarán a cambiar su actitud. Cuando se cuánto le molesta a una persona mi impuntualidad eso es algo que me ayuda a que lo tenga en cuenta y me dispone a tratar de ser puntual.
Expresar lo que siento no quiere decir enjuiciar al otro. Son dos respuestas muy distintas que es necesario aprender a distinguir con claridad. Una cosa es decir: ¡estoy muy enojado por lo que hiciste!, y otra muy distinta es decir: ¡Es tratar a la persona, hasta llegar hacerla sentir una basura, (una mala persona, una porquería, etc.) por esto que hiciste!
En última instancia la esencia del enojo que resuelve es autoafirmarse con claridad, fuerza y respeto. Y para eso no es necesario descalificar ni agraviar, ni insultar. Me concentro en la acción que me frustra y demando una solución.
6-  ¿Qué sucede cuando no puede haber reparación en el presente?
Por ejemplo cuando alguien llega tarde, me deja una hora esperando y eso no tiene arreglo porque ya ocurrió. En ese caso lo que uno puede hacer es, además de decir lo que siente, orientar la demanda  hacia el futuro. Generar algún acuerdo para que no vuelva a ocurrir. La clave es descubrir en cada caso la situación que me des-enojaría. Yo sugiero a mis alumnos que cuando un enojo es intenso y los confunde se formulen la siguiente pregunta: ¿qué  tendría que ocurrir aquí para que mi enojo cese? Esa pregunta tiene la virtud de enfocar la mente sobre el punto central de la cuestión que es precisamente cómo se resuelve ese problema que me enoja.
7 – ¿Qué pasa cuando la persona con quien estoy enojado es alguien a quien quiero?
Mucha gente cree que si le tengo afecto a una persona no puedo enojarme con ella, que tengo que cerrar los ojos y dejar pasar porque es o el afecto o el enojo. Y en realidad no es así, es más bien todo lo contrario. Una de las cosas que más ayuda a hacer resolutivo el enojo es expresar el enojo con afecto. Puede parecer una contradicción insalvable en sí misma pero no es así, es simplemente recordar, cuando esa es la situación, que la persona con quien estoy enojado es alguien a quien, además, le tengo afecto.
Entonces se pasa del: "Porque le tengo afecto no me puedo enojar" o "porque siento que le tengo afecto es que le puedo expresar mi enojo cuando lo siento”, que sería la forma más sana de actuar.
8-  ¿Cómo reaccionar ante el enojo de los demás?
Cuando uno aprendió a enojarse respetuosamente y lo hace, se da cuenta con más claridad cómo es el enojo del otro: si es resolutivo o destructivo (o cuánto hay de cada uno). Entonces puede distinguir qué parte de verdad puede haber en ese enojo y que reparación requiere y cuánto hay de enjuiciamiento, agravio o maltrato, que es parte de la inmadurez y la ignorancia de quien se enoja así. Cuando establezco esa distinción ya estoy en mejores condiciones de no quedar sometido al modo destructivo del enojo del otro.
9 – ¿Cuál es la causa del enojo explosivo y desproporcionado con la situación?
Ese es el tema de la acumulación del enojo. Cuando uno no aprendió a expresar el enojo tiende a retenerlo, y se va acumulando. Entonces alguna situación menor activa el enojo acumulado y sale con una intensidad desproporcionada que desconcierta al otro, y a veces también a uno mismo. Por esto es bueno estar al día con los enojos, pero para eso es necesario haber aprendido a expresarlos de un modo resolutivo. Si no, inevitablemente uno tiende a callar por temor a complicar más las cosas.
10 -  ¿Qué sucede cuando el enojo es con uno mismo?
Uno no se enoja consigo mismo de un modo global si no con alguna parte de sí. Por ejemplo: la parte insegura, miedosa, exigente, etc. Por lo tanto lo primero es descubrir con qué parte propia estoy enojado.  Es útil imaginar que esa parte está enfrente y expresarle el enojo tal como lo siento. En el universo interior el enojo también puede ser destructivo o resolutivo. La mejor manera de saberlo es ponerse en el lugar de quien recibió ese enojo y observar cómo se siente al oírlo: si destruida o ayudada. Si se siente destruida, la tarea es clara: aprender a enojarme con ella de un modo tal que ese enojo le exprese mi desacuerdo de una manera que la enriquezca y la estimule a evolucionar en la dirección deseada. Ese aprendizaje es el mejor punto de partida para aplicarlo después en el trato con los otros y es, en última instancia la esencia de la Autoasistencia Psicológica, que consiste precisamente en aprender a relacionarme con la parte de mí que no me gusta de un modo que la ayude genuinamente a transformarse.
Fecha de publicación: 28. Abril 2011 
Un abrazo con este mensaje para los que son padres o lo serán



HIJOS SIN REGLAS
 Una mujer de 55 años visitaba a su hijo de 23 en la cárcel. 
Él estaba ahí por homicidio culposo ya que había atropellado a un niño al entrar a alta velocidad en una calle en sentido contrario tratando de escapar de una patrulla que lo perseguía por haberse pasado un alto. 
Entró al penal completamente destrozado de los huesos y en silla de ruedas ya que,  el padre de la criatura muerta se le fue a golpes,  y el policía - que ya estaba justo detrás - se hizo de la vista gorda y no lo detuvo hasta que casi lo mata...
El hijo le decía a la madre:  
- Sabes mamá, yo no soy un asesino premeditado ni un maldito desalmado, solo que ya concluí que estoy aquí porque aprendí y me acostumbré a romper reglas y a no cumplirlas jamás sin ningún límite. 
- Ay hijo! es que de chiquito te ponías taaaan difícil, cada vez que yo te daba una orden o una instrucción, me desafiabas y  hacías unos berrinches tales que yo no lo soportaba y te dejaba hacer y deshacer con tal de evitarme conflictos y de que estuvieras calladito y complacido para que tu papa no me dijera: calla a ese niño !!!.
Desde que tenías 3 o 4 años, cuando yo te decía:
1) Cómete tus verduras para que crezcas sano y fuerte, me decías: yo no quiero ser sano ni fuerte, no me importa, ¡déjame en paz!
 2) Recoge tu cuarto: no voy a recoger nada, así estoy contento, ¡si quieres recógelo tú!
 3) No destruyas las cosas, cuídalas: no me importa yo quiero jugar así, y si no me compras cosas nuevas gritaré y lloraré hasta que me las compres.
 4) En esta casa se hace lo que yo digo: no mamá, no lo haré ¡ya no te quiero y si me hablas así, me voy a ir a otra casa!
Y así siguió la lista interminable de instrucciones y respuestas a lo largo de la vida de este hijo rebelde y padres pasivos. Flojos y blandengues...
Hasta que el hijo interrumpió a la madre gritándole...
¡¡Basta ya mamá!! : Sólo dime ¿cómo fue que siendo una adulta le creíste y obedeciste  a un niño taaaan chiquito...???
Hoy a mis 23 años estoy destrozado, infeliz y sin futuro, de nada sirvió que estudiara o que no hayamos sido pobres, le quité la vida a una criatura y de paso les arruiné el resto de la vida a ti y a mi padre!!! 
La vida en la cárcel es una miseria...
Pregunta:
Si tu hijo  estuviera a punto de caer en un precipicio y tú lo estuvieras sosteniendo de la mano:  ¿¿¿lo apretarías con todas tus fuerzas o le detendrías la mano suavecito para que no le duela???
Lo mismo pasa con los valores, la disciplina y las reglas,  sé responsable y apriétalo fuerte y lo salvaras del precipicio de la vida en sociedad, porque nadie a quien él dañe con su indisciplina va a tener compasión de él.  
Si tú, que le diste la vida y lo amas,  no soportas sus berrinches,  ¿¿¿qué te hace pensar que los demás lo harán...???
Un grito a tiempo, unas nalgadas, un castigo bien impuesto, sin afán de maltratarlos o herirlos sino por "su bien",  tal vez deje una pequeña huella pero los hará sentir seguros y bien claros sobre la diferencia entre el bien y el mal. Y a la larga,  sabrán que si los cuidas y los educas bien es porque los amas y no porque te importa más tu comodidad y tu tiempo libre.
Evítales la infelicidad de la disciplina impuesta por la sociedad y/o  la ley o hasta la muerte a manos de otros o el suicidio por la culpa de sus propias faltas....
(Tomado de Internet. Abril 18 de 2012)



LA GENTE QUE ME GUSTA
Primero que todo me gusta la gente alegre, feliz, sincera, que no hay que empujarla, que no hay que decirle que haga las cosas, sino que sabe lo que tiene que hacer, y lo hace inmediatamente.
Me gusta la gente con capacidad para medir las consecuencias de sus actos. Me gustan las personas que no dejan las soluciones de los problemas a la suerte.
Me gusta la gente estricta con la demás gente y consigo misma, pero que no pierda de vista que somos seres humanos y que nos podemos equivocar.
Me gusta la gente que sabe la importancia de la alegría y la comparte con todas las personas que están a su alrededor.
Me gusta la gente sincera y franca, capaz de oponerse con argumentos serenos y razonados a todas las decisiones.
Me gusta la gente de criterio, la que no ‘traga entero’, la que no se avergüenza de reconocer que no sabe algo o que se equivocó, y la que al aceptar sus errores, se esfuerza decididamente para no volver a cometerlos.
Me gusta la gente capaz de criticarme constructivamente y de frente. A estos, les llamo MIS AMIGOS.
Me gusta la gente fiel e insistente, la que no desfallece cuando de alcanzar objetivos se trata.
Me gusta la gente echada pa’ adelante, la gente de garra, la gente que entiende los obstáculos como un reto.
Me gusta la gente que trabaja por resultados buenos.
Con gente como ésta me comprometo a lo que sea, porque ya con haber tenido esa gente a mi lado, me doy por bien recompensado.
Un Cordial y Sincero Saludo de AMISTAD,
RUBÉN DARÍO ORTIZ ZAPATA
Un  Amigo



LA VIDA ES UN REGALO DE DIOS
La vida es un regalo. Había una chica ciega que se odiaba por ser ciega. Odiaba a todos, excepto a su novio amoroso. Él siempre estaba allí para ella. Un día ella le dijo a su novio, "Si tan sólo pudiera ver el mundo, me casaría contigo." Un día, alguien donó un par de ojos para ella. Cuando por fin retiraron el vendaje de sus ojos, fue capaz de verlo todo, incluyendo a su novio. Él le preguntó: "¿Ahora que ya puede ver el mundo, ¿quieres casarte conmigo? “ La niña miró a su novio y vio que era ciego. La apariencia de sus párpados cerrados la impresionó. Ella no se lo esperaba así. La idea de mirarlo el resto de su vida así la llevó a negarse a casarse con él. Su novio la dejó en lágrimas y días más tarde escribió una nota a ella diciendo: "Cuida bien de tus ojos, mi amor, porque antes de ser tuyos, fueron míos."
Así es como el cerebro humano trabaja a menudo cuando nuestro estatus cambia. Sólo unos pocos recuerdan cómo era la vida antes, y a quienes siempre estuvieron a su lado en las situaciones más dolorosas.
La vida es un regalo!        
Hoy antes de decir una palabra no amable – Piensa en alguien que no puede hablar.
Antes de que te quejes sobre el sabor de la comida – Piensa en alguien que no tiene nada que comer.
Antes de quejarte de tu esposo o esposa – Piensa en alguien que está clamando a Dios por un compañero(a).
Hoy antes de quejarte de la vida – Piensa en alguien que se fue demasiado pronto al cielo.
Antes de que te quejes de tus hijos – Piensa en alguien que desea hijos, pero es estéril.
Antes de discutir sobre tu casa sucia a alguien por no limpiarla – Piensa en las personas que viven en las calles.
Antes de quejarte por las distancias que manejas Piensa en alguien que camina la misma distancia con los pies.
Y cuando estés cansado y te quejes de tu trabajo – Piensa en los desempleados, los discapacitados y los que desearían tener tu trabajo.
Pero antes de pensar en señalar con el dedo o condenar a otros – Recuerda que ninguno de nosotros está libre de cometer errores
Cuando los pensamientos deprimentes quieran derribarte – Pon una sonrisa en la cara porque estás vivo y alrededor de otros aún.
Antes de pensar en cerrar la sesión, por favor piensa en compartir esto con otras personas.
(Tomado de SOYESPIRITUAL.COM)


CARTA  A  UN COMPAÑERO AMIGO
Mírame como a un ser humano. Soy como tú con virtudes y debilidades que necesita comprensión. Salúdame y contéstame el saludo. Será el primer paso para una relación cordial. Ambos nos debemos mutuo respeto y éste es el primer paso para una efectiva comunicación.
Cuando te llame o me acerque a ti, no te pongas de mal genio. Nuestra relación de trabajo exige que estemos en constante comunicación. Ambos tenemos presiones y ocupaciones, pero para que nuestro trabajo sea íntegro y efectivo es necesario que estemos unidos. Crezcamos como personas. Trabajemos en cadena. No necesito recordarte que el éxito de todos, depende de un trabajo bien hecho. Por eso no seamos egoístas. Regálame un poquito de ti.  Yo te daré un tanto de mí y al final de la jornada, la victoria será de todos.
Un buen ejemplo arrastra el orden. Por eso no me digas que haga algo que tú no haces. Tienes toda la autoridad moral para exigirme que actúe bien, si tú lo has hecho igual.
Te invito a que seamos “compañeros”. El trabajo no obliga “amistad personal”, pero sí, “compañerismo”. Esto lo necesitamos para que el tiempo que pasemos juntos, en nuestro trabajo, sea grato a los dos.
Si en algún momento hago algo que no te guste, exprésamelo directamente. No hables a mis espaldas. Si me lo dices con naturalidad no nacerán heridas y si ambos lo hacemos, así mejoraremos actitudes.
Es posible que yo no te agrade como persona. Seguramente somos diferentes. Pero por ello no podemos entorpecer nuestra misión. Estamos trabajando en pro de una causa común y debemos ser maduros para cumplir algo que nos han encomendado.
Las críticas cuando son constructivas, ayudan a la superación. Ayúdame que yo te ayudaré.
Compréndeme, yo también tengo a veces cansancio como tú. Problemas como tú. Exceso de trabajo como tú. No nos menospreciemos porque los dos tenemos “valores y talentos”. Somos compañeros. Así creceremos con calidad humana, y nuestra motivación nos llevará a la superación.



TRUCOS PARA MANTENER UNA EXCELENTE SALUD
(Tomado de SOY ESPIRITUAL. Septiembre 19 de 2011)
1.- Un vaso de jugo de naranja diario aumenta al doble (o más) el hierro en el cuerpo.
2.- Verter media cucharadita de canela en el café, siquiera una vez al día mantiene bajo el colesterol y estables los niveles de azúcar en la sangre.
3.- El pan integral tiene casi cuatro veces más fibra, tres veces más zinc y casi dos veces el hierro del pan blanco. Además, los que comen pan blanco aumentan medio centímetro de cintura por año, dicen las estadísticas. Ah!, y cómanse las cortezas, que contienen ocho veces más pronylysina, que anima a las enzimas a combatir el cáncer del colon.
4.- Mastique los vegetales durante mucho más tiempo. Esto aumenta la cantidad de químicos anti cancerígenos liberados en el cuerpo. El masticar libera sinigrina. Y cuánto menos se cocinen los vegetales mejor efecto preventivo tienen.
5.- El futuro es la naranja. Reduce el riesgo de cáncer de pulmón. Quienes las comen habitualmente tienen 30% menos posibilidad de contraer la enfermedad. Mejor aún: tome jugo de mandarina y cómase cada vez aunque sea un pedacito de cáscara.
6.- Coma tan colorido como el arco iris. Si come una variedad de rojo,
naranja, amarillo, verde, púrpura y blanco en frutas y vegetales, tendrá la mejor mezcla de antioxidantes vitaminas y minerales que existe.
7.- Limpie regularmente su cepillo de dientes. El contacto de los gérmenes en el vasito de los cepillos puede ser fatal. Los cepillos por si mismos pueden esparcir gripes y resfriados. Hay que limpiarlos cuatro veces a la semana, sobre todo después de enfermedades, y mantenerlos separados de otros cepillos.
8.- Haga rompecabezas, crucigramas o sudokus, o aprenda un idioma, alguna habilidad nueva o lea un libro y memorice párrafos. Estimular su mente lo anima a formar nuevos caminos mentales y fortifica la memoria. Una persona de 50 años activa mentalmente tiene mejor memoria que una persona de la mitad de su edad que no la ejercita.
9.- Las personas que mastican chicle tienen más posibilidad de sufrir arteriosclerosis, pues se hacen más estrechos los vasos sanguíneos, lo cual precede a ataques del corazón.
10.- Ríase. 100 a 200 carcajadas equivalen a 10 minutos de jogging. Baja el estrés y despierta células naturales de defensa y muchos anticuerpos.
11.- No pele con anticipación los vegetales o frutas, éstos se deben cortar y pelar justo antes de que se los quiera comer. Preparar comida fresca con poca anticipación aumenta niveles de nutrientes contra el cáncer.
12.- Llame por teléfono a su madre, a familiares o a amigos, si los tiene lejos. El 90% de las personas que no mantienen cercanía afectiva con sus seres queridos, desarrollaban alta presión, alcoholismo o enfermedades cardiacas en edad temprana.
13.- Disfrute de una taza de té. El té común contiene menos niveles de antioxidantes que el té verde.  Con beber tan solo una taza diaria de té verde se disminuye el riesgo de enfermedades coronarias.  Beber té también aumenta la vida luego de ataques al corazón.
14.- Busque una mascota. Las personas que no tienen animales domésticos tienen más estrés y visitan más al doctor que los otros. Las mascotas lo hacen sentir a uno optimista y relajado, y eso baja la tensión en la sangre. Los perros son mejores, pero aun los peces dorados funcionan bien para este propósito.
15.- Póngale tomate al sándwich. O tenga un vaso de jugo de tomate a mano, o póngale salsa de tomate  a las tostadas. Una porción de tomate por día baja un 30% el riesgo de enfermedades coronarias.
16.- Reorganice la nevera. Las verduras en cualquier lugar de su nevera pierden sustancias nutritivas debido a que la luz artificial del equipo destruye los flavonoides de los vegetales, sustancias que combaten el cáncer. Por eso es mejor usar los cajones de abajo.
17.- Coma como pajarito. Por ejemplo: la semilla de girasol y las semillas de ‘sésamo’ en las ensaladas y cereales son nutrientes y antioxidantes naturales. Y comer nueces entre horas reduce el riesgo de diabetes.
18.- Coma chocolate. Dos barras por semana extienden un año de vida. El chocolate amargo es fuente de hierro, magnesio y potasio.
19.- Piense positivamente.. La gente optimista puede vivir hasta 12 años más y mejor que los negativos, a quienes además les da gripe mucho más fácilmente.
20.-  Los lectores y aquellos que priorizan el ‘ser’ sobre el ‘tener’, tienen 35% más probabilidad de vivir mejor y más tiempo. Mantén una buena relación con tu entorno.



¿POR QUÉ SOMOS TAN MALOS EN MATEMÁTICAS?


Énfasis en lo memorístico y uso de fórmulas sin contexto influyen en desempeño de los estudiantes.

No hay materia más exacta que las matemáticas, pero tampoco una más odiada. Y eso tiene consecuencias. Según un estudio de la Universidad Nacional (Palmira), ocho de cada 10 ‘primíparos’ llegan a la educación superior con pésimos conocimientos matemáticos.
“De una población de 428 estudiantes, solamente el 11,4 por ciento aprobó la evaluación de matemática básica. El 45,1 por ciento obtuvo calificaciones entre 0 y 1, o sea que está en un nivel crítico. Es sumamente preocupante que la mayoría ni siquiera sobrepase la calificación baja de 2,5. Que desde el colegio vengan con un nivel tan bajo de aprendizaje no solo es un inconveniente para el estudiante, sino para la universidad, que afronta grandes retos para solucionar el problema”, afirma Martha Cecilia Tutalchá, vocera de ese centro de estudios. Estos datos, a los que se suma una serie de estadísticas recogidas desde el 2007, reafirman una triste conclusión del Programa de Evaluación Internacional de Estudiantes (Pisa): en habilidades matemáticas, los jóvenes colombianos tienen un rezago de más de dos años de escolaridad frente a estudiantes de otros países.
Esto es particularmente grave si se tiene en cuenta que buena parte de las situaciones de la vida diaria requieren un pensamiento aritmético (medir, repartir, calcular, contar, etc.). Además, las matemáticas ayudan a formar ciudadanos críticos y aumentan la capacidad para reflexionar, resolver problemas y argumentar.
La propia ministra de Educación, María Fernanda Campo, ha reconocido que el mayor porcentaje de deserción universitaria se presenta en carreras como ingeniería, arquitectura, matemáticas y ciencias naturales, donde los números son determinantes.
EL TIEMPO consultó a cinco expertos de primer nivel para identificar las razones del bajo desempeño en matemáticas de los estudiantes colombianos y las mejores estrategias para entenderlas y, sobre todo, aplicarlas en situaciones reales.
1. La formación y la actitud de los maestros
Hacen falta educadores bien preparados en esta rama (muchos la enseñan sin conocer profundamente la materia) y con vocación de maestros. Esto hace que la enseñanza no tenga la calidad ni el atractivo suficientes. Si una persona no siente amor por lo que enseña y no la cautiva el tema, no puede generar interés en sus alumnos.
2. Se utilizan métodos pedagógicos inapropiados
Sigue predominando la memorización de fórmulas y se ignora el poder conceptual de las matemáticas: entender la idea detrás de la suma, la división, la multiplicación… Todo ejercicio tiene una razón de ser, pero esto no se enseña. Las matemáticas son un lenguaje, como el inglés, que se aprende poco a poco. Al principio sí se repite lo que dice el profesor, pero luego hay que dejar que el estudiante utilice lo aprendido en la vida real.
3. La dictan como un área independiente
En muchos colegios, las matemáticas se enseñan como una ciencia sin relación alguna con la vida diaria ni con otras áreas. Se hace ver como un cuerpo rígido de verdades absolutas, que no da espacio a la imaginación ni a nuevas propuestas. Una herramienta poderosa es fomentar las aplicaciones atractivas de esta materia, como la electrónica, la exploración espacial y la creación de robots.
4. Poca comprensión de lectura
Las pruebas han demostrado que los estudiantes no entienden el problema que leen. Si no logran comprender un enunciado, no podrán nunca pasar la información a un lenguaje matemático.
5. La cultura del atajo
Predominan el inmediatismo y el facilismo. A los estudiantes no se les enseña a ser constantes, dedicados, pacientes, críticos, analíticos y reflexivos, cualidades básicas para entender y aplicar las matemáticas en forma adecuada.
6. La promoción automática
Limitar al 5 por ciento la cantidad de alumnos que debían repetir un curso, medida que estuvo vigente entre el 2003 y el 2009 y conocida como promoción automática, generó mediocridad y desinterés en el aprendizaje.
7. El mito de que son difíciles
La creencia de que las matemáticas requieren un nivel intelectual superior hace que los niños y jóvenes las enfrenten con actitud de derrota. La sociedad no les hace entender su importancia. Faltan estrategias para hacerlas atractivas. Las personas no las disfrutan, ni enseñándolas ni aprendiéndolas.
8. Carencia de hábitos de estudio
Las matemáticas requieren un entrenamiento diario. La falta de rutinas y los bajos niveles de concentración impiden la debida apropiación de los conocimientos. Un objetivo del maestro debe ser lograr que, desde una edad temprana, el alumno vea las matemáticas como una necesidad.
9. Influencia familiar
Frases como “yo también era malo en matemáticas” refuerzan su supuesta dificultad y generan prevención. A esto se suma la actitud negativa hacia los buenos estudiantes de matemáticas, a quienes se los califica de nerds y son blanco de matoneo.
10. Los absurdos del sistema educativo
Muchos estudiantes de colegios públicos afirman que durante varios años de su educación media no tuvieron profesor de matemáticas. Esta situación es prácticamente irreparable.


ANDREA LINARES GÓMEZ
Redactora de EL TIEMPO

Con la asesoría de Margarita Ospina, magíster en matemáticas y doctora en ciencias matemáticas; Ignacio Mantilla, matemático y rector de la Universidad Nacional; Jesús Alonso Ochoa, director de la carrera de Matemáticas de la Universidad Javeriana; Crescencio Huertas, profesor de la maestría en enseñanza de las ciencias exactas y naturales de la Facultad de Ciencias de la Nacional, y José Ricardo Arteaga, director del Departamento de Matemáticas de la Universidad de los Andes.







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